Y en mi locura he hallado libertad y seguridad; la libertad
de la soledad y la seguridad de no ser comprendido, pues quienes nos comprenden
esclavizan una parte de nuestro ser.
Muchos fueron los que coronaron a Gibran Jalil
Gibran como el loco de sus tiempos.
Puesto que era esa persona
diferente y un tanto incomprendida, que con sus escritos lograba encerrar la
musicalidad de lo no oído, las notas sepultadas que solo pocos pueden apreciar,
esas voces encerradas y no atendidas que están desesperadas por ser escuchadas,
así como los deseos internos de las personas que viven en el miedo de mostrar
sus verdaderos rostros a una sociedad que juega con las máscaras de la
banalidad y la futilidad.
Pintura de Gibran Jalil Gibran |
Gibran
Kahlil es la transcripción original árabe de este poeta, pintor, novelista y
ensayista libanés nacido en 1883. Fue conocido
como el poeta exiliado, quien
se distingue por las múltiples parábolas que emplea en sus cortos cuentos para
demostrar la psicología del ser humano, y los deseos encerrados que anidan en
él. Usa los silencios como armas, y la interpretación como las balas que
disparan al lector.
Su
obra El Loco, publicada en 1918, es un compendio de cortos cuentos, que
se centran en el argumento de anécdotas, alegorías y reflexiones contadas desde
la perspectiva de un hombre que se considera loco a sí mismo. Cada cuento está
escrito con un halo de sortilegio que permite al lector encontrar diversas
interpretaciones en la misma narración. A pesar que ésta pueda ser breve, en
cada renglón que encontramos en el libro, hay una nueva parábola con la cual
nos podemos sentir identificados, o que nos puede hacer reflexionar sobre
nuestras propias vidas.
Este
libro, a pesar de la fugacidad que se encuentra en cada una de sus hojas,
exalta la soledad bien aceptada y la seguridad de que todos ocultamos una parte
de nosotros mismos a una sociedad que nos exige bailar en una danza de
máscaras, que parece premiar a quien mejor oculte sus sentimientos. Ahora
parece requisito mostrar sonrisas forzadas que reemplacen lágrimas, risas
escandalosas que nos esconden corazones rotos, o emplear la indiferencia en
nuestras vidas en lugar de vivir éstas con la intensidad que se merecen.
Ya
no se vive, se oculta. No se muestran los infiernos propios, se fingen los
paraísos que pocos conocen, pero que todos asienten con sus cabezas cuando se
les pregunta por éstos. Por eso las personas que se quitan la máscara de la
falsedad y el disfraz de la mentira son considerados locos o extraños que no
logran encajar. Gibran en su obra nos demuestra que está bien descender a tu
infierno, mientras los demás suben a su cielo, que no es pecado querer ser un
loco en la soledad, reírte dentro de ella sin la compañía de alguien que no te
podrá entender y que te despersonificará cuando lo intente.
Pintura de Gibran Jalil Gibran |
A
pesar de ser una obra que prácticamente tiene 100 años de haber sido publicada,
consigue entender la naturaleza del ser humano a la perfección. Porque al final
del día, no importa en qué época se esté, todos somos locos que nos ocultamos
detrás de una máscara, con demasiado miedo de demostrar nuestro verdadero ser.
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